miércoles, 26 de marzo de 2014


Comenzamos el 2014 compartiendo un cuento

EL VIEJO CUENTO DEL  BAMBU CHINO

Hay algo muy interesante que sucede con el bambú chino y que nos enseña una importante lección. Cuando un cultivador planta una semilla de este árbol, el bambú no crece inmediatamente por más que se riegue y se abone regularmente.

De hecho, el bambú chino no sale a la superficie durante los primeros siete años. Un cultivador inexperto pensaría que la semilla es infértil, pero sorprendentemente, luego de transcurridos estos siete años el bambú crece más de treinta metros en solamente seis semanas.

¿Cuanto podríamos decir que tardó realmente en crecer el bambú? ¿seis semanas? ¿o siete años y seis semanas? Sería más correcto decir que tardó siete años y seis semanas. ¿Por qué? Porque durante los primeros siete años el bambú se dedica a desarrollar y fortalecer las raíces, las cuales van a ser las que luego de estos siete años pueda crecer tanto en solamente seis semanas. Además, si en algún punto en esos primeros siete años dejamos de regarlo o cuidarlo, el bambú muere.

Este cuento es similar a lo que nos pasa muchas veces en la vida. En general nos apresuramos y nos ponemos ansiosos si no logramos inmediatamente un objetivo. Muchas de nuestras metas, especialmente las más ambiciosas requieren tiempo y dedicación. También requieren que creemos nuevos hábitos, lo cual también puede llevarnos tiempo.



Muchas cosas en la vida son como el bambu chino: paciencia, cuidado...y el fruto del esfuerzo siempre vale la pena.

                                                                      Equipo de Conduccion y Docentes de la "Domi"

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